
¿Qué ha empujado a Jeliza-Rose a trasladarse desde Los Angeles a una granja tejana? ¿Por qué su padre, ex guitarrista de rockabilly, ya no le habla? ¿Y quién hace todo ese ruido en el ático? Jeliza-Rose huye de su cruel infancia, dejándose arrastrar por su viva imaginación, para configurar asà un mundo ficticio en el que las luciérnagas tienen nombre, los hombres de barro despiertan al atardecer, tiburones monstruosos nadan por las vÃas del tren y cabezas seccionadas de Barbies comparten sus aventuras.