Cuando la famosa historiadora norteamericana Deborah E. Lipstadt acusa a determinados periodistas e historiadores de negacionistas en su libro “La Negación del Holocausto”, es denunciada por el negacionista británico David Irving, el famoso periodista e historiador admirador de Hitler, y se querella contra ella en 1996 por difamaciones. Entonces Lipstadt se propone derrotar a Irving y los negacionistas en Inglaterra sólo con expertos en el ámbito académico: sin llamar a declarar siquiera a un sólo superviviente de la Shoah.