
Durante mÔs de 10 años, las fuerzas policiales soviéticas han intentado detener al asesino en serie mÔs inteligente y buscado de la URSS. Pero incluso cuando parece que han conseguido atraparle, nadie puede probar su culpabilidad. A medida que se intensifica la persecución, la investigación se vuelve cada vez mÔs personal entre el detective y el sospechoso.