Adaptación de la novela homónima de Dostoievski. Kameda, condenado a muerte por crímenes de guerra, en el último momento se salva de ser fusilado. La conmoción le provoca durante cierto tiempo fuertes ataques epilépticos; pero, al mismo tiempo, también se produce en él una profunda transformación, que algunos llaman “idiotez”, pero que no es más que sencillez, bondad y una gran capacidad de amar.